lunes, 6 de septiembre de 2010

Que el corazón no se pase de moda


Él la taladraba con la mirada, traspasándola, provocándole escalofríos, nublando su mente y atontándola. Ella se quedaba inmóvil, sin mover ni un músculo durante unos segundos, y luego apartaba la mirada mientras el color se instalaba en sus mejillas. En esos momentos, nunca sabía cómo actuar. Sólo cuando no la miraba se atrevía a echar miradas furtivas y examinarlo, de abajo a arriba, lentamente, hasta llegar a sus ojos, que ella tanto adoraba. Esos ojos, los mismos que le taladraban, miraban a otra.


-¿Te gusta? -se animó a preguntarle.

-¿Por que lo preguntas?


"Eso es un sí" pensó mientras el mundo le caía sobre los hombros, y aún así, le quedaron fuerzas para inventarse cualquier escusa.


-Bueno, somos amigos, ¿no?


Entonces, él la besó. Fue la primera vez que le robaron un beso. Lentamente, sus manos se posaron en su pecho, y las de él comenzaron a rodear su cintura. Se separaron, y él le susurró al oído:


-¿Cómo vas a ser mi amiga...si confundo tu sonrisa con camelo si me miras?

1 comentario:

  1. Como quieres ser mi amiga, si por ti, daría la vida, si confundo tu sonrisa con camelo si me miras.

    :)

    Adoro leer historias de conversaciones que me resultan familiares. Sigue así, aunque sólo sea para mi propio disfrute.
    Te adoro

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