viernes, 7 de septiembre de 2012

Monstruos.

Anoche recordé un libro que solía leer de pequeña. "El domador de monstruos", se llamaba. Trataba de un niño que se enfrentaba a su miedo, los monstruos, de la siguiente manera: cuando uno de esos seres invadía su cuarto y lo paralizaba de terror, él invocaba con su imaginación a otro todavía más escalofríante, feo, grande, repugnante y terrorífico para que asustara al primero. Repetía el proceso una y otra vez hasta que perdía su miedo.
Inconscientemente, empecé a imaginar. Divagando, me vi delante de un gran precipicio, invocando a un político más corrupto, insensible, menos empático y con más ganas todavía de robar.

Y me estremecí.

Los que tienen nada quieren algo, los que tienen algo quieren todavía más. Para pretender el mundo es largo, para conformarse se a inventado el jamás. 
-Silvio Rodríguez: Y Mariana.


2 comentarios:

  1. Yo prefiero seguir imaginando los monstruos bajo mi cama. No estoy aún lista para la realidad.
    Muá.

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  2. Hay que tener mucha imaginación para imaginar políticos más mounstrosos que los que nos han tocado en suerte.

    Lo único que me preocupa es que la vida me ha enseñado que cada pueblo tiene el gobierno -y los políticos- que se merece.

    Un abrazo,

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