miércoles, 8 de diciembre de 2010

Is there anybody going to listen to OUR story?


Sí. Yo también soy la mala. La mala para los que no conocen mi historia, por supuesto, porque es muy fácil catalogar de mala a la que parece un pulpo y no a la guapa pelirroja, si, eso también lo sé hacer yo. Pero hoy, me siento buena (aunque no os lo creaís, sí, puedo serlo) y os voy a dar el privilegio de poder escuchar mi historia. Porque a eso es a lo que habéis venido, ¿o no?

Bien. Como podeis comprobar, salí bastante peor parada que la otra niñata, que por ser la hija del rey de los mares, ya se cree que puede hacer de todo. Neptuno. El gran Neptuno. Poderoso y exigente...con todos menos con su preciosa hijita. Fue él quien me prohibió volver a la superficie, condenándome a no verlo. Si, exacto. Yo también me enamoré de él. ¿La diferencia entre la pelirroja y yo? Bueno, yo me enamoré de él porque lo conocía. Ella fue mirarlo y ¡pam! "oooh estoy enamoradisisiisisisisima, porfa papi, venga dejame salir a la superficie, bueno, o si no, lo haré yo por mi cuenta, total, como siempre vas a estar ahí para respaldarme..."

El caso. Os lo resumo, que sé de sobra que no os gusta leer, panda de vagos: era joven, bonita (no parecía un pulpo ni nada), salí por curiosidad adolescente, lo encontré, me gustó, le gusté, Neptuno vino y con su voz grave de "aquí se hace lo que yo mando y una criatura marina y una terrestre son incompatibles" Y ¡zasca! adios a su memoria y a mi hermosura.

Y claro, luego vino su niñita, y cambió la cosa. ¿Por qué me tenía yo que quedar de brazos cruzados? ¿No era injusto que ella pudiera tenerlo y yo no? Sí, lo hice, la empujé a subir. Pero solo lo hice para que Neptuno probara de su propia medicina por una vez en la vida. Para que supiera, que el poder tiene su precio. Pensé que castigaría a su hija, pero todo me salió mal.

Para empezar, nunca creí que él se pudiera enamorar de ella sin haberla conocido antes. Porque sí, se encaprichó de ella en DOS DÍAS. Supongo que tendría una conversación muy agradable, la chiquilla, ah, no, espera, que su voz la tenía yo. Me dolió. Me dolió infinitamente. Y subí. Subí para quitarle a ella lo que era mío. Lo sé. Los celos me cegaron. La envidia pudo conmigo. Pero, al fin y al cabo, ella salió victoriosa.

¿Tan mala fui?¿De veras?¿No tenía yo tanto derecho como ella a intentarlo con él?

Pero claro, es mucho mejor ocultar la verdad, y decir que la pulpo es la mala.

Sobre vuestra conciencia recae ahora, queridos míos.

4 comentarios:

  1. Espera a que Susi sea un poco más mayor para contarle estas cosas vale?

    ResponderEliminar
  2. Neptuno vino y con su voz grave de "aquí se hace lo que yo mando y una criatura marina y una terrestre son incompatibles"

    Neptuno es un jodido señor feudal. O_O
    P.D: Brutal, again!

    ResponderEliminar
  3. Señora mala, ¡es usted la mejor! ;)

    ResponderEliminar
  4. A veces se juzga a las personas sin conocer a las personas.
    Yo soy mala malísima, del lado oscuro de la fuerza ^^

    ResponderEliminar

won't you come out to play?