sábado, 7 de agosto de 2010

Otras formas de desahogarse.


No quería llorar, pero tenía que deshacerme del dolor que oprimía mi pecho, así que eché a correr todo lo rápido que me permitieron mis piernas.

Cuando sentí que el corazón se me salía del pecho, paré, tragué una bocanada de aire, y grité. Fue la primera vez que no grité por un dolor físico, y qué bien sentaba.

2 comentarios:

  1. Para que llorar cuando puedes correr hasta caerte y gritar hasta desgañitarte?
    Es una buena inversión

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  2. Joba, Helenich, este relato me ha recordado mucho a uno que escribí yo hace tiempo.
    Pensamos igual.
    Las mentes brillantes se unen :D
    Me encanta: me encanta el texto, me encanta la forma, las palabras y las comas. Me encanta la foto y me encantas tú. Me encanta gritarle a los problemas y no regarlos con mis lágrimas.

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