lunes, 27 de septiembre de 2010

¿De verdad o de mentira?


-Tírate al vacío con los ojos cerrados. Total, ¿qué puede salir mal?
+Mmm...absolutamente nada...excepto todo.

-¿Tú crees?

+Si algo puede salir mal, saldrá mal.

-¿Piensas así de verdad?

+Por supuesto.

+Entonces, ¿por qué lo haces?

-Porque, después de todo, quien no tiene nada...


no tiene nada que perder.

martes, 21 de septiembre de 2010

Del mythos al logo

Del mito a la verdad. De las soluciones fáciles a preguntas primitivas a la búsqueda de soluciones reales. La verdad. Lo que la mayoría de la gente busca. Pero, ¿da la felicidad?Personalmente, si tuviera que elegir,



yo me quedo con las mentiras piadosas.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

won't you come out to play?


La segunda vez que te vi, dos años habían pasado ya por los dos, pero cuando uno es niño, apenas se nota. Me acuerdo de que era un martes. Martes trece, para ser exactos. Nunca creí en la mala suerte, y no iba a empezar aquel día.

Para ir al colegio, tenía que pasar a la fuerza por tu calle. Y no te voy a mentir. Siempre me quedaba mirando a tu casa. Parecía interminable. Siempre me imaginaba cómo sería vivir allí. Siempre llegaba a la conclusión de que me perdería hasta para encontrar la puerta en una habitación.

El caso es que esa vez, te vi en la ventana. La sonrisa se te había borrado de la cara y en vez de dos, parecían cinco los años que habían pasado por tu mirada. Tenías la mirada perdida, y, de repente, te fijaste en mi. Diste un respingo, y te alejaste rápidamente. Yo, simplemente, me quedé paralizado.

Y fue entonces cuando esa puerta se abrió, y de nuevo tu cara asomó.

Esta vez, corriste hacia la puerta, y me miraste con esos ojos tan grandes que ocupaban la mayor parte de tu cara. Brillaban. Y formulaste la pregunta.

martes, 14 de septiembre de 2010

Yo no quiero un amor civilizado


Solo quiero reírme con ganas de la mala suerte.

sábado, 11 de septiembre de 2010

Dear Prudence:


Me acuerdo de cuando te vi por primera vez. Tú probablemente no. Despues de todo, eras demasiado pequeña para ver algo que no fueran tus pinturas. De esa época, recuerdo tu sonrisa, con todos tus dientecillos asomando cada dos por tres. Alegrabas las mañanas, las tardes, y las noches en aquella casa. Pero me estoy desviando del tema, como es habitual en mi. ¿Eso si lo recuerdas, verdad?


Tenías cinco años. Yo, con dos veranos más encima, jugaba a ser un futbolista profesional con mis dos mejores amigos, que aún conservo. Después de todo, Mario y Manuel siempre estuvieron a mi lado. Pero esa tarde, el último le dio una patada demasiado fuerte al balón, que no pude parar antes de que se colara por aquellas rejas, que aún a día de hoy, me parecen enormes.


Cuando timbré, me temblaban las piernas. Salió tu padre, aquel señor alto y con bigote, a devolverme la pelota.


Y fue entonces, cuando tu cabecita asomó por detras de aquellas puertas. Me sonreiste, y el suelo desapareció debajo de mis pies.


Con siete años, era lo más cercano que iba a estar de enamorarme.

viernes, 10 de septiembre de 2010

Este bálsamo no cura cicatrices

Si las heridas se dejan abiertas, sangran.
Ojalá Pepito grillo se tomase unas vacaciones.

jueves, 9 de septiembre de 2010

Diferencias

Desde pequeña, siempre me gustó coger el periódico para buscar los "ocho errores". Siempre me preguntaba lo mismo, ¿cuales debía de considerar ERRORES, los de arriba, o los de abajo?

Cuando crecí, pasé a considerar los "errores" simples diferencias,



y a buscar las diferencias en la vida real.

Después de todo, siempre me han gustado mucho más las diferencias que las semejanzas.

Azúcar con dos de café, por favor


La miré fijamente, analicé meticulosamente la partícula de H2O que resbalaba lentamente por su mejilla y la recogí antes de que cayese sobre la mesa. Saqué una botellita pequeña y la deposité con sumo cuidado. Luego la examiné a contraluz.


-Vaya, ya casi la mitad, ¿eh?


Desvió la mirada.


+¿Qué es lo que quieres?


-Que no sufras.


Entonces sonó una carcajada que hizo que se me pusieran los pelos de punta.


+Tarde, doc.


Y seguimos removiendo la taza de café en silencio.

lunes, 6 de septiembre de 2010

Dammi un sorriso


Se conocieron hace doce años, cinco meses, una semana, cuatro días y cincuenta millones seiscientos ochenta y dos mil cuatrocientos cincuenta y seis cruces de miradas. Desde que la escuchó estallar en carcajadas la primera vez, decidió no permitir nunca que el maquillaje apagase su risa. Durante todo ese tiempo, se las ingenió para hacerla reir en cada momento, ¿Por qué? Bueno, dejémoslo en que el corazón tiene razones que la razón no entiende, como el científico Blaise Pascal nos quiso hacer entender.


Ahora, la sonrisa quedaba bañada en lágrimas que resbalaban hasta aquella cama de hospital en la que él se encontraba. No había dormido en toda la noche, velando su sueño llorando en silencio, atenta a cada movimiento. Amanecía cuando su nombre resbaló entre los labios de aquél chico. Su voz sonaba débil, cansada, y Alicia se asustó. Nunca había sonado así, él siempre estaba alegre, ingenioso y mordaz, nunca cansado.


-Dime, ¿puedo...puedo ayudarte en algo?

-Si...Alicia...para de llorar, por favor...pa...para de llorar y...y dedícame una de tus sonrisas.


Y ella le mostró la última de sus sonrisas, la más triste que pudo poner en su cara jamás.

Que el corazón no se pase de moda


Él la taladraba con la mirada, traspasándola, provocándole escalofríos, nublando su mente y atontándola. Ella se quedaba inmóvil, sin mover ni un músculo durante unos segundos, y luego apartaba la mirada mientras el color se instalaba en sus mejillas. En esos momentos, nunca sabía cómo actuar. Sólo cuando no la miraba se atrevía a echar miradas furtivas y examinarlo, de abajo a arriba, lentamente, hasta llegar a sus ojos, que ella tanto adoraba. Esos ojos, los mismos que le taladraban, miraban a otra.


-¿Te gusta? -se animó a preguntarle.

-¿Por que lo preguntas?


"Eso es un sí" pensó mientras el mundo le caía sobre los hombros, y aún así, le quedaron fuerzas para inventarse cualquier escusa.


-Bueno, somos amigos, ¿no?


Entonces, él la besó. Fue la primera vez que le robaron un beso. Lentamente, sus manos se posaron en su pecho, y las de él comenzaron a rodear su cintura. Se separaron, y él le susurró al oído:


-¿Cómo vas a ser mi amiga...si confundo tu sonrisa con camelo si me miras?

domingo, 5 de septiembre de 2010

Que no te duerman con cuentos de hadas


Acostumbrada a que le pintaran el mundo de rosa, cerraba los ojos y se dejaba arrastrar. Porque en sus sueños, el mundo era tal y como ella quería.

Pero luego despertaba, y el peso de la realidad volvía a caer sobre sus párpados, que volvía a cerrar. Los apretaba muy fuerte mientras los recuerdos inundaban su mente.

Y entonces odiaba profundamente a las ilusiones, que entraban por sus ojos y oidos y se instalaban en sus sueños, de los que despertaba cada mañana. Suspiraba finalmente, movía sus fríos pies preparandose para luchar contra un nuevo día, contando los segundos para volver a cerrar los ojos.




Y los sueños, sueños son.

jueves, 2 de septiembre de 2010

Las chicas son guerreras


Conseguiré ordenar tus textos, al igual que mis ideas, pero no me pidas que haga lo mismo con mis sentimientos.

maledetto stupido

-Nadie te va a dar las gracias por decir la verdad.
+Nadie, excepto tu mismo.


Bolla di sapone


Me encerré en una pompa.
Subí, subí hasta arriba de todo.
Me sentí genial. No, es más, me sentí Jenial ahí arriba. Podía ver todo lo que pasaba y a mi no me afectaba: estaba demasiado arriba.
Y, de repente, explotó al contacto de una nube de algodón.
Y ahora caigo. Me pregunto si alguien sostendrá alguna red ahí abajo.
Qué tonta. Sé que si.

No tengo nada para impresionar ni por fuera ni por dentro


De pequeña, mi abuela siempre me lo decía. Lo recuerdo perfectamente: me ponía la mano en el hombro, despues de leer mi cuento preferido (aquel en el que la ratita presumida se quedaba con el gato, por ser guapo, y luego se llevaba uan decepción) me miraba fijamente y me decía:


-Helena, recuérdalo siempre, la belleza, está en el interior.


E iba yo de tonta, y me lo creía. Al pie de la letra. Estaba totalmente segura de que aquello de la belleza, lo llevabamos dentro, y, cuando crecíamos, iba saliendo, poquito a poquito.


Por eso al crecer, me llevé una desilusión.

She is like a rainbow


Podría pasarme horas intentando descubrir de dónde saca sus sonrisas para ponerlas en la cara en cualquier momento,

Podría exprimirme el cerebro tratando de comprender la capacidad con la que me hace reír, día tras día, semana tras semana, año tras año,

Podría estar días mirando cómo es feliz con espantar palomas,



Podría hacer todo eso y más,

pero me basta con admirarla.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Dime que me odias.


Aunque solo sea para facilitar las cosas,

porque yo me lo voy a creer.

Dime que me odias en susurros,

dímelo gritando, escríbelo, cántalo si quieres,

me da igual, tú solo dímelo.

Que los que esperan no cuenten las horas

Sabela tamborilleaba con los dedos sobre la mesa desde hacía una hora. Al escuchar cómo la puerta principal se abría, se mordió los labios y casi hizo que sangrasen. Se alisó el vestido y no pudo evitar soltar un suspiro. Finalmente, él abrió la puerta del salón.

-Sa...sabía que volvías, y he decidido esperarte aquí, en tu casa, para darte una sorpresa.

Quiso echar a correr, se sintió la persona más idiota del mundo, pero solo fue por un segundo, ya que, las dudas que siempre tuvo, se vieron disipadas en cuanto él echó a correr para abrazarla.